Existe un lenguaje universal y no exclusivo de la humanidad, el lenguaje del amor.
Es un lenguaje divino.
San francisco de Asís, hablaba con los animales, las plantas, se comunicaba con todas las personas, y lo hacia por medio del amor.
Todos tenemos la capacidad de comunicarnos con este leguaje.
Para comunicarte con este idioma universal tienes que aprender a tomar conciencia de tus emociones y de las emociones de los otros comprendiéndolas.
No reprimas tus emociones, expresa tus sentimientos a la persona adecuada, en el momento adecuado y de la forma adecuada.
No trates de adivinar los sentimientos del otro.
Voy a contar una historia que ejemplifica lo que termino de decir:
“En un circo romano trabajaban un trapecista y sus cuatro hijos. Actuaban todos juntos, excepto el menor.
Llegó el momento que el hijo menor tenía que integrarse al clan artístico en el trapecio, el padre le dijo maña debutaras con el clan, el niño se acercó al padre y le confesó su temor.
Tenía miedo de caer del trapecio y fracasar.
El padre le dijo:
«Hijo, en todo lo que emprendas, hazlo con el corazón. Mañana lanza tu corazón a la barra, que tu cuerpo lo seguirá”
No esperes a mañana, empieza HOY
¡lanza hoy tu corazón y mejora tus relaciones con los demás , habla con el lenguaje universal!
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Gracias por su visita
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