Detrás del velo material está la energía invisible. Esta energía afecta e influye en los distintos aspectos de la persona: en el mental, el emocional y el físico.
Estos campos están cargados de sonidos, de formas, de aromas, de pensamientos llenos de emociones. Sus vibraciones nos afectan en forma positiva y negativa.
En la Navidad se respira un aire positivo, alegre, de esperanza.
El ambiente positivo, en este caso de la NAVIDAD, te facilita conectarte con la energía elevada, Tu actitud es la que atrae la energía.
Ejercicios para la Navidad
Como ejercicio práctico para conectarte con el espíritu de la navidad, solo tienes contemplar el cielo de noche. No importa dónde te encuentres. Concéntrate, lleva tu atención a las estrellas, la luna, descubre cómo se mueven.
Es un momento de comunicación con tu ser, con lo Alto, con lo que está más allá de lo creado y, al mismo tiempo, en lo más profundo de tu ser. Es tu lugar sagrado.
Lleva tu conciencia a este espacio y activa la misericordia, la paz, el amor que tienes en lo más íntimo.
Mientras expandes estos sentimientos, pide a Lo Alto, Luz y Amor. Comparte el espíritu de navidad.
También puedes durante estos días al visualizar el cielo, las estrellas, saliendo a un lugar abierto y viajar con la imaginación a la escena tierna de la Navidad.
Habla con los ángeles que acompañan el nacimiento de Jesús, con los protagonistas de la Navidad, con María, con José, con los pastores de Belén, con Jesús…
Hazlo al menos por siete días una media hora cada día.
La comunión con ese lugar mágico maravilloso donde nació Jesús te ayudará a transmutar las energías negativas que puedan haberse pegado en tu aura por otras positivas.
Paz y Bien
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Autora de libros y guía para meditación.
Mail: maria.benetti.meirino@gmail.com
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Léalo también aquí, ENERGÍA DE NAVIDAD
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