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Posts Tagged ‘el mundo místico’

maria b. meirino indiaCuando digo belleza no solo me refiero a la hermosura de un rostro o cuerpo con armonía, hablo de la belleza que brota de una mente sana, limpia, del alma en paz, amable.

La mente es la creadora de los pensamientos, es el manantial de todas las acciones incluidas de la belleza del cuerpo, del brillo en los ojos, de una sonrisa plena que forma arrugas en las mejillas como sinónimo de alegría.

La mente, es como un oasis en el desierto. Si el manantial está limpio, su fuente es acogedora, huele bien, todos los pájaros se acercan a beber, bañarse, hay vegetación en su entorno.

Nuestra mente o nuestro oasis expresa nuestra belleza.

Otro ejemplo que utilizo para describir los pensamientos vibrando en el cuerpo es la tela de un cuadro.

Todo nuestro cuerpo es como una tela donde la mente pinta, dibuja, mezcla los colores y relieves; lo que la mente plasma sobre esta tela es lo que observan los demás.

El buen cuadro, el dibujo bien trazado se logra teniendo objetivos claros y sabiendo cómo llegar a ellos, con nobleza en las formas, dominio de sí mismo, sin importar las circunstancias, en una palabra, se logra con el cuidado del pensamiento.

 

No importa si la tela es de color blanco, amarillo, negro, no importa el color de la piel. Sabes que  la luz, el brillo, la belleza al cuadro se lo dará la calidad del trazo, las formas del dibujo sobre la tela, en otras palabras, la pureza de su mente. Un rostro sereno, alegre, es el resultado de pensamientos serenos, con buenos deseos, un alma libre, una mente sin ataduras ni prejuicios, ve en todo el bien.

La persona se transforma en bella cuando tiene dominio de su mente, de su trazado, del diseño de vida.

Ahora bien, estas palabras que escribo, no tienen el propósito de ser un sermón de buenos pensamientos, sino que proceden de un momento que he vivido en un colectivo en India con un vendedor de frutas. Según él, el mejor vendedor de toda India, porque, cada día, tuvo que esmerarse para llegar vender en los colectivos, tuvo que elegir con mucho cuidado lo que vendería, levantarse de buen humor, pensar bien, para no manchar el alimento con tristeza.

¡Este fue un encuentro con un hombre bello, de hermosa sonrisa, generoso, amable, de mirada franca, transparente, de buenos pensamientos!

Si quieres tener un cuerpo, un rostro bello sé celoso de tu mente.

La belleza es traslucida, transparente.

Puedes hacer este breve ejercicio:

Cada vez que tomes aire, inspira conscientemente la vida. El aire es vida, es la naturaleza en su mayor expresión de generosidad, de belleza. Sé consciente de este pensamiento. Tu mente es  creatividad, crea un pensamiento noble hacia ti mismo con todas sus poderosas posibilidades.

Al espirar, exhala este pensamiento recién creado, lo dejas ir.

Lo que inspiras es el futuro, vuelve a recordar el reciente pensamiento creado y déjalo ir.

Hasta la próxima semana.

Paz y Bien.

María B. Meiriño

Escúchalo en la voz de María, en la radio de oriente a occidente, haciendo clik aquí:

EL HOMBRE BELLO

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maria b. meirino mamallapuramEn nuestra estancia en la India con mi esposo estuvimos en la ciudad de Mamallapuram, también conocida como Mahabalipuram.

Un día visitamos uno de sus templos situado en un parque en el que había gomeros gigantes y otros árboles llenos de tubitos y campanas. Con el viento las ramas, los tubos y las campanas se movían y al chocar componían una hermosa armonía de música natural. Un murmullo suave que lo envolvía todo, era un sonido celestial. Me detuve para disfrutar de este precioso espectáculo para escuchar con atención la melodía que la naturaleza nos ofrecía.

Al lado nuestro, sentados en una piedra que hacía de banco, había  un matrimonio con una niña de corta edad. La pequeña no se movía, estaba en una actitud meditativa, con los ojos abiertos mirando el vacío, totalmente abstraída con los sonidos que creaban las campanas y los tubos. Me di cuenta de que no era la única que disfrutaba de los sonidos,  incluso de los colores que se movían como cintas ondulantes sacudidas por el ritmo de las campanas.

En un momento la pequeña se levantó y la sentí tocando mis piernas con los brazos levantados. Sin hablar, me pedía que la alzara.

Cuando la subo, sin  decirme una palabra, empezó a mover  su manito en un gesto ¡de escucha! Nos miramos a los ojos y  todos los límites se disolvieron. Movía su manito haciendo movimientos ondulantes, bailaba con el cuerpo y con su cabecita.

Fue un momento hermoso, la madre nos miraba y se reía.

Al terminar nuestro baile la madre se acercó y con toda naturalidad me dijo, mientras   tocaba el bindi en la frente de su hija, (es el punto rojo que marca el tercer ojo), “ella es clarividente. Usted estaba meditando y ella  ha visto o sentido lo mismo que usted, por eso se le acercó, si bien, por su edad  no lo tiene desarrollado completamente, le suelen pasar estos acontecimientos, en los que dice y se expresa, sin necesidad de hablar.

Nunca me había pasado una experiencia tan directa con un niño.

(Aclaro que el tener marcado el bindi, el punto rojo en la frente, no es señal de ser  clarividente.)

Yo soy Esto, Tú eres Esto, Todo es Esto

Hasta la próxima semana. Paz y Bien

María B. Meiriño

Escuchalo en voz de María haciendo clik aquí:

EL TERCER OJO

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Origen: El tercer ojo. Temario del taller

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A veces los amigos me preguntan ¿por qué viajan tanto?, ¿les gusta hacer turismo?, ¿no sería mejor una vida más sedentaria y tranquila?


Les contesto que viajo no sólo por el simple hecho de conocer sitios nuevos y distintos, sino más bien para encontrarme con la espiritualidad de ese lugar, con la energía de las personas que pasaron por allí, para aprender y luego poder compartir…

 
Por ello cuando visitas un lugar donde hayan  vivido maestros, donde hubo energías que han ayudado a transformar a las personas, sitios especiales por las fuerzas místicas que se sienten, has de saber que te contactas con ellas y que las vibraciones allí existentes incrementarán tu progreso espiritual.
 
Ese es  el valor de las peregrinaciones a lugares sagrados.
 
Son espacios especiales en los que se siente una gran inspiración y unión con Dios.
 
Este es el caso de la visita a Jerusalén, al país donde vivió, donde hizo los milagros y anunció su mensaje Jesús. Aquí se encarnó y sus vibraciones divinas aún se encuentran todavía en este lugar. Y son tan potentes como cuando él estuvo presente físicamente.
 
Quienes posean la sintonía adecuada al visitar Tierra Santa sentirán esa presencia.
 
O cuando fuimos al Monte Gargano, donde se apareció el arcángel Miguel, cerca de otro lugar en el que he vivido experiencias místicas profundas, San Giovanni Rotondo, la ciudad del Padre Pío de Pieltrecina.
 
O la ciudad de Asís, Santiago de Compostela, Benarés, Dharamsala…
 
Los dos últimos viajes fueron, el primero, un contacto con la tierra de Alemania y con una de las grandes santas medievales de Europa, Hildegarda Von Bingen.
 
El segundo fue un viaje a Nápoli, para encontrarnos con San Genaro, su patrono, y con José Moscati, o Giuseppe Moscati, tal como es su nombre original en italiano, el médico de los pobres, el médico sabio y bueno que ha llegado al corazón sobre todo de la gente humilde.
 
En todas las peregrinaciones a los lugares sagrados he aprendido algo, me he ido con una enseñanza profunda en mi alma.
 
Además del trato con esa cultura, con las personas que viven ahí, todas experiencias son magníficas para el crecimiento espiritual.
 
Pero eso se puede leer en los libros, me decía en otra ocasión una persona amiga.
 
Sí se puede, pero no es lo mismo que respirar, pisar, tocar, sentir, palpar…, la energía, el trato, la cercanía. No es lo mismo.
 
Pero primero, antes del viaje místico a esos espacios sagrados, es preciso meditar y prepararse.
 
Tampoco se trata de ir a la deriva. Antes se debe disponer el cuerpo, la mente con comidas suaves, oración, meditación…, para que ese contacto sea fructífero para tu aprendizaje y para tu espíritu.
Hasta la próxima semana.
Paz y Bien.
Puede leerlo en la Revista Sexto Sentido haciendo clik aquí.

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No he olvidado la charla que tuve hace unos años con mi querido amigo el padre Galindo, fue breve pero lo suficientemente fuerte para quedar grabada en mi memoria. Como siempre comenzábamos con un tema y terminábamos hablando de quién sabe qué cosas.

En una de estas veces, salió el tema agua y la psiquis, las emociones, la fuerza que ejerce el agua en la psiquis del ser humano, él decía: “Esto de tirar monedas en las fuentes, ninguna se hunde sin llevar un pedido, y todo comienza en el dios Jano”.  Y, como si nada, pasamos a otro tema, pero el bendito dios Jano quedó pegado a mi curiosidad.

En uno de los viajes  que por trabajo hacemos con mi esposo a Italia, caminábamos por la ribera del Tíber. Casi sin darnos cuenta llegamos al barrio del Trastevere, la zona de los bosques sagrados y de hermosas iglesias, entre ellas, la iglesia de San Pietro in Montorio, la cual está edificada según la tradición, donde fue crucificado san Pedro, el que tiene las llaves de la Iglesia católica.

Hasta ahí mi mente estaba focalizada en la historia de la iglesia, pero como de un sendero del bosque sagrado apareció la figura de  Jano, silencioso, que en seguida me ubicó en donde estábamos parados, en su casa, en la colina de Gianicolo o Janículo.

Cuando uno quiere abordar el mundo de lo sagrado, se tiene que recluir en lo interior, y dejar que el silbido del tiempo inunde la mente y en un instante todo se puede ver, escuchar, sentir con el corazón…, todo es tan real, se le puede llamar la naturaleza intuitiva, que todos tenemos.

El que reconozco es el Jano, antes de su cristianización, el padre de Fotus, el dios de las fuentes, cascadas y pozos. Y voy hilando inmediatamente las palabras del padre Galindo, las monedas, el agua y Jano… el Jano setecientos años antes de Cristo, al que  los romanos lo llamaban “Lanus inter portas” el que muestra la entrada del pasado y del futuro. El señor de las dos vías, de las dos caras, el señor del tiempo, poseedor de las llaves.

Las llaves que servían para abrir las puertas del cielo y del infierno, las puertas de las dos vías, ascendente y descendente. Jano el señor de la iniciación, el que abría las puertas de las épocas, el que mantenía la armonía cósmica sobre los ritmos de la naturaleza.

Jano, el verdadero Jano, al que no se le puede disfrazar. Pasan las épocas, culturas, políticas, los ciclos, pero su esencia no cambia, se le puede poner otros nombres, cambiar sus representaciones simbólicas, hacer retroceder, prohibir, reprimir, pero Jano tiene su propia personalidad y fuerza. Jano, el que no se deja arrastrar al intelectualismo y continúa parado en su templo en forma cuadrangular con sus  doce altares, mirando a Oriente y Occidente, mediando entre lo mortal y lo inmortal. Los cantos de sacerdotes romanos iniciados en su templo siguen vibrando en los bosques sagrados.

El Jano de este siglo, en Occidente, es el que nos marca el comienzo de un nuevo ciclo, el que nos dice que tenemos que ir al encuentro de lo desconocido y dejar lo que fue. Hacer espacio para todo lo nuevo que el cosmos nos ofrece, a lo sagrado y lo irreverente, que no están separados entre sí, sino que viven juntos y nos esperan en el camino.

Jano nos propone que tiremos una moneda en la fuente de su hijo Fotus, pero antes tenerla entre las manos, mirando una cara y decidir entregar el pasado, dejar que se lave en las aguas sagradas de la vida. Después mirar la otra cara de la moneda y pedir con fe, todo lo que nos corresponde por ser hijos del Amor, de Dios; para luego darnos vuelta y pasando el brazo por arriba de los hombros tirar la moneda de Jano, el dios de las dos caras, para entrar con la mente limpia a este enero que es comienzo de año 2016.

Hay un ritual que se  hace en Gianicolo desde antes del cristianismo.
En una bolsita coloca un pequeño frasquito de miel o higos y tres monedas y los regalas a tus amigos y familiares, es compartir la  gentileza de la madre tierra con las personas que queremos.
También se regalan los ramitos del árbol cósmico, el laurel, deseando salud, felicidad y abundancia en el trabajo.

Hasta la próxima semana. Paz y Bien.
Maria Benetti Meiriño

Lo puede leer también en el Semanrio Sexto Sentido, haciendo clik aquí

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Cuerpo AstralDías pasados fui a una conferencia de un yogui hindú, un sabio llamado Swami Purohit (curioso porque es un hombre casado pero su nombre significa en español, “sacerdote”), en una linda casa de  Galicia, España.

Entre las recomendaciones que hizo al público, recalcó en cuidar el cuerpo astral para no enfermar el cuerpo físico. Muchos de los que estaban allí, por lo que después declararon,  no tenían ni la menor idea de, qué es el astral.

Sus enseñanzas coinciden con las de mi amigo italiano, que  siempre me  recuerda que no deje de observar y tomar nota de los patrones emocionales de la gente,  ─de las distintas  culturas─  con la cuales interactúo en mis viajes, que preste atención al cuerpo astral porque allí es donde se ve lo que guarda el “yo”.

Según el yogui y mi amigo italiano el ser humano se transforma a medida que  domina su cuerpo astral, entre otras cosas.

Dicho esto les  voy a presentar a nuestro querido amigo, el cuerpo astral, para quienes no lo conozcan.

Es el traje del alma, es un doble  dotado de maravillosos sentidos  llamados chakras (centros de energía), o puertas que tiene el alma en el cuerpo físico.

En otras palabras es el portador de nuestros sentimientos, de nuestras emociones y de las cualidades de nuestro carácter, transformadas en energías sutiles que rodean el aspecto físico y material de cada persona.

Las experiencias del astral que no son liberadas, son las que determinan en gran medida las circunstancias de la vida personal.

La evolución del ser humano, de las sociedades,  no se da por reprimir las emociones,  con leyes sociales, ni por la negación de las experiencias de la vida. Todo lo contrario, evolucionamos en la medida que nos reconocemos seres espirituales que estamos aprendiendo y la forma de aprender es en la relación con el otro.

Si hemos actuado mal, si hemos hecho daño a otros o nos lastimamos a nosotros mismos, nos liberamos de estos dolores desde la comprensión, no escondiendo las vivencias o trayendo continuamente estos dolores al presente.

Cuando el  espíritu y la mente se unen de forma consciente,  las vibraciones del espíritu penetran el cuerpo astral y éste vibra a más velocidad y empieza a expulsar las energías negativas almacenadas, que tienen frecuencia menor.

Con ello perdemos el recuerdo emocional de experiencias dolorosas, negativas,  y podemos perdonarnos a nosotros mismos y a los demás.

A medida que aumenta la disolución de las estructuras emocionales –astrales estancadas─, el cuerpo emocional comienza a irradiar profundos sentimientos de amor y de alegría incondicional.

Estar con la mente en el pasado, llevar  pegadas emociones negativas en el cuerpo astral-emocional es anti evolutivo.

Si realmente quieres recuperar un recuerdo doloroso del pasado y transformarlo en comprensión, lo tienes que hacer  desde el espíritu que es la fuente de la luz, del amor. El espíritu  es imagen de Dios.

Pon en práctica todo lo que te ayude a dominar tus propias fuerzas emocionales negativas.

Te sugiero que ores, medites y busques el equilibrio en la naturaleza

Paz y Bien

Hasta la próxima semana.

María B. Meiriño

También lo puede leer en la Revista Sexto Sentido haciendo clik aquí

Otros artículos de María B. Meiriño enla Revista Sexto Sentido publicada en el diario Primera Edición haga clik aquí.

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San Andrés de Teixido

San Andrés de Teixido

He visitado el camino de San Andrés de Teixido, en Galicia España.

“El corazón de la tierra es como me gusta llamarlo”

El camino de San Andrés de Teixido, “el camino del corazón”, en él se percibe claramente las corrientes telúricas, estas corrientes eléctricas que se mueven a través de los océanos, unidas a la interacción con el viento solar y otras energías de la naturaleza.

Para llegar a las cumbres del corazón, se puede ir por varios caminos.

No estoy hablando de caminos para visitar el templo cristiano, me refiero a las cimas de los acantilados donde se puede ver la unión de los dos océanos: el Atlántico con el Cantábrico.

El camino de San Andrés de Teixido, está marcado por la polvareda cósmica de las estrellas, la vía láctea, son las huellas del cielo que ayudan a quienes buscan la luz.

Es un camino que tiene huellas milenarias, señales ancestrales grabadas en el cosmos, sonidos telúricos que retumban en las células y golpean todos los átomos del cuerpo.

El rumor de los océanos que sube por las laderas es un canto ancestral, balada eterna, suave consuelo a las almas que se acercan a contarles sus terribles secretos, sus profundas angustias. La búsqueda del equilibrio, la paz.

Todo esto y más existen en los acantilados de san Andrés, que tiene todos los símbolos de los sitios sagrados.

La huella en el cielo, el camino ancestral, los símbolos de la naturaleza, el encuentro de los abuelos de las aguas, la puerta dimensional.

El camino comienza donde tú quieras, pero llegarás a un punto que tienes que seguir las indicaciones a las distintas carreteras que te dejan llegar a los acantilados.

Nuestro viaje fue a media mañana, pero quienes hacen el trayecto por la noche pueden ver la vía láctea en su cielo nocturno que los guía a las cimas.

El recorrido en zigzag es propio de los caminos que llevan a los altares naturales que tiene el planeta.

Mi cabeza giraba de izquierda y derecha, por momentos no sabía qué mirar, estaba deslumbrada con los pequeños oasis de praderas verdes, sitios propios que tienen los buenos caminos para recuperar fuerza, y no es casualidad encontrarse en estos lugares sagrados con caballos salvajes, conejos, ardillas, búhos, vacas rubias con ubres llenas de leches.

A la izquierda cuando subíamos, mi vista rodaba por las pendientes inclinadas, como un tobogán verde que terminaba en telas blancas arrugadas por el agua azul claro del mar.

Paramos en un pequeño bosque de castaños y pinos perfumados. No sabía por dónde pisar sin lastimar las flores, los pequeños arbustos de flores violetas, amarillas. Mirara hacia donde mirara, la vida se mostraba en su abundancia, algunas zonas más oscuras por las sombras de los árboles, otras plenas de sol.

Los tramos de la ruta por momentos son rectos, la mayoría en zigzag.

Hay partes donde el camino se transforma en teatro, y se puede ver como el viento baila con los árboles y dejan ver entre bambalinas el enjambre de celestiales luces multicolores.

Lo que no puedo describir con palabras, es lo que sentí al llegar a la cima de los acantilados y ver la estela blanca que tiene la puerta dimensional con sus guardianes y mensajeros celestiales.

De las que conozco es la más limpia, la más cuidada que he visitado.

Estos sitios sagrados, naturales, ancestrales, no tienen dueños dogmáticos, nos pertenecen a todos.

No hay un ritual específico para agradecer el poder estar allí.

Te propongo

San Andrés de Teixido

San Andrés de Teixido

Si quieres puedes ir con la imaginación a San Andrés de Teixido y hacer estos ejercicios

Primero ubicas en tu mente los acantilados de San Andrés de Teixido los visualizas como un altar mirando al mar.

Estás parado a lo lejos y comienzas a subir por un camino, busca en tu memoria lo que grabaste de la lectura. Los espacios claros y oscuros del bosque, representan los espacios claros y oscuros de tu vida, no te detengas a ver lo que ilumina la zona de luz ni buscar que hay en lo oscuro, solo observara estas sombras y luces, y recuerda si no hay oscuridad no se puede reflejar la luz.

Continúa avanzando imagina que la noche llega y no sabes cómo seguir, levanta la vista al cielo y observa una estela blancuzca en el cielo. Continua caminado y cada tanto levanta la vista para seguir el curso de la estela blanca, el camino del cielo, ella representa en tu vida la protección celestial, por más que te pierdas en algunos momentos por la oscuridad, solo tienes que mirar el cielo y encontraras guía, como la encontraron nuestros antepasados. Por más que no veas lo que te rodea no te olvides que estás recorriendo sendas sinuosas, tienes que mantener el equilibrio, el equilibrio en tu vida por más oscuridad que estés pasando en este momento.

Llega el amanecer, el sol, la luz, busca el Este, por donde nace el sol, el representa lo que nace cada día en tu vida, lo nuevo, el hoy, el comienzo. El calor.

Mira hacia atrás y observa el tramo que has hecho, es el pasado, solo observa, no juzgues. Y continúa subiendo, a tu lado hay colinas verdes ondulantes, precipitadas, pastos, arboles verdes, es la vida en abundancia, fuertes troncos marrones con copas frondosas. Hay armonía.

Y llegas a la cima, observa hacia lo lejos y verás el encuentro de los abuelos, los dos océanos, con todo lo que traen cada uno de sus tierras, de sus grandes o pequeños ríos, ellos reciben amorosamente sus aguas, sus emociones, sus secretos.

Coloca tu mano izquierda en tu ombligo, donde quedó la huella del cordón que te unió a tu madre en el vientre, el que te alimentó en un lecho de agua y extiende la mano derecha al cielo.

Deja que tus pensamientos terrenales, lo que fue y no tiene vida ahora, se desprenda como se desprendió tu cordón umbilical de tu cuerpo cuando respiraste por tus propios medios.

Siente como entra el aire en tu vientre y como sale, te unes a la respiración de los abuelos, el subir y bajar de las olas. Deja que tu ángel de la guarda entregue tus pedidos a los mensajeros.

Termina con una oración de gratitud.

Hasta la próxima semana

Paz y Bien

María B. Meiriño

También puede leer la primera parte del artículo en el diario PRIMERA EDICIÓN haciendo clik aquí.

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maria.b.meirino.verde.agua-Cada Centro de Energía, o “Chakra” es una puerta del alma en el cuerpo. Cada una de estas puertas está en relación directa con los arcángeles,  con las fuerzas espirituales  y con el  planeta tierra.

En estos momentos estoy en España, en Galicia, uno de tantos  paradores  del Arcángel Rafael.

El  color que representa al arcángel Rafael  es el verde. En Galicia, como en la Mesopotamia Argentina, donde también paso temporadas,  todo es verde y agua.

Rafael es protector de quienes viven y trabajan cerca del agua.

Galicia y la Mesopotamia Argentina  están surcadas por venas de agua. Aguas frías recorren la superficie de sus tierras y aguas calientes sanadoras surcan sus escondidas entrañas.

Rafael es, además,  el protector de los caminantes y viajeros.

En Galicia culmina el Camino de Santiago de Compostela que es un sendero de limpieza, donde las estrellas hacen el mapa y las personas lo recorren.

El Camino de Santiago lo puedes terminar en su catedral, donde descansa el apóstol Santiago, o en  Finisterre ─pueblo al que llamaban así los romanos porque pensaban que aquí se terminaba el mundo en la cima de un acantilado, rodeado de agua.

En la Mesopotamia Argentina, el camino lo puedes terminar en las cataratas del Iguazú, donde el agua baja en grandes saltos y las gotas suben al cielo haciendo los más maravillosos arcos iris que te puedes imaginar.

Este domingo festejamos la fiesta de Jesús de la Misericordia. El corazón de Jesús, iluminado por tres rayos, es una clara premisa que nos invita a que bajemos la razón a la casa del alma, “el corazón”; y quien tutela esta puerta, este Centro de Energía- Chakra no es otro que el Arcángel Rafael y sus ángeles.

El corazón de Jesús Misericordioso te dice de forma clara: lleva tu atención a tu  alma, deja que ella te guíe en estos caminos por el planeta, en las relaciones con tus hermanos, deja que los rayos de Jesús iluminen tu vida y la de las personas con las  que te relacionas.

Puedes hacer esta meditación

Pide compañía a los ángeles del Arcángel Rafael, ellos saben lo que tienen que hacer y tu alma los conoce.

La meditación es contemplativa: observa,  interactúa con la naturaleza, con el verde, el agua, el cielo.

A medida que te centres en la naturaleza vas relajando el cuerpo, escuchando los sonidos, el canto de los ángeles, y abres el cuarto Centro de Energía-Chakra. La cuarta puerta que tiene el cuerpo, tu corazón,  intuye los colores en tu pecho.

Los mismos rayos que salen del corazón de Jesús, salen de ti, iluminan tus emociones y te curan, si tienes una enfermedad. Deja a la fuerza de tu alma  trabajar, ordenar y retirar las energías negativas; deja que los ángeles del Arcángel Rafael te ayuden, como lo hicieron con  Tobías y Sara, a sanar tus enfermedades y a liberarte de las maldiciones  (si no conoces la historia, en la Biblia, en el libro de Tobías, está el relato).

Quédate en silencio y recupera la confianza en Jesús, en sus ángeles, en la fuerza de tu alma.

Paz y Bien

María Benetti Meiriño

Autora de libros y guía para meditación.
maria.benetti.meirino@gmail.com
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Dejar atrás los miedos del pasado

(Ejercicio de sanación)

Los pesos de la niñez, las vivencias de los primeros años en el planeta tierra pueden ser lastres que nos lleven a la enfermedad.
Te propongo un ejercicio de liberación de esos lastres. Focaliza la mente en tu niñez.maria.b.meirino (2)
Busca siete pensamientos que proceden de ella. Anota en una hoja cada uno de los pensamientos, en el orden que te van surgiendo.
Con el primer pensamiento  que anotaste haz este ejercicio.
Llena un vaso de agua y focaliza ese pensamiento en él.
Imagínate lo más claro posible el pensamiento.
Luego con la mano derecha lo vas volcando suavemente sobre la tierra al costado derecho, no hacia delante. Siempre manteniendo la atención en lo que haces, dejas ir ese miedo, ese pensamiento viejo a la madre tierra.
Al otro día haces el mismo ejercicio con el segundo pensamiento. Así sucesivamente, cada día uno, hasta llegar al séptimo pensamiento y al séptimo día.
El día octavo, que corresponde al domingo siguiente del que empezaste el ejercicio, llena de nuevo un vaso de agua, focaliza en tu mente la imagen de Jesús de la Misericordia y la imagen de la Medalla Milagrosa.
Con tus dos manos sobre el agua mantienes tu pensamiento en las imágenes de Jesús de la Misericordia y sobre la Virgen de la Medalla Milagrosa e invocas al Espíritu Santo.
Mientras haces eso repites la oración al Espíritu Santo:
¡Ven Espíritu Santo llena mi corazón de tus dones!
¡Ven a mí, Espíritu Santo, enciende en mí el fuego de tu amor!
¡Ven Espíritu Santo renueva mi cuerpo, concédeme la gracia de sanar mi cuerpo!
¡Ven Espíritu Santo renueva la faz de la tierra!
Pide a Jesús que limpie tus pensamientos viejos y los llene de luz.
Pídele, Renacer.
Hasta que sientas que tu mano casi quema, focalizando la luz en el vasito de agua.
Luego bebe el vaso del agua, ese día.
Los siete días que continúan, hasta el domingo siguiente, todos los días toma un vasito de agua, cargándolo con renacimiento, con luz, con renovación, limpiando tu mente limpiando tus pensamientos. O si tienes un órgano enfermo.
Termina este ejercicio día quince. Tu enfermedad o dolencia puede que esté relacionada con miedos viejos, puede que tenga que ver con algo que te pasó en la niñez y ni te acuerdes.
Con este ejercicio sueltas esos miedos que te atan al pasado, que se quedan en nuestro inconsciente. Hasta la próxima semana.
Paz y Bien.
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Autora de libros y guía para meditación.
maria.benetti.meirino@gmail.com
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¡Oruro Bolivia y el mercado de las brujas!

Oruro es una localidad del altiplano boliviano, una de las más altas del mundo y,  a su vez, uno de los sitios más enigmáticos que he conocido.
En la prehistoria como hoy, la religión y la magia se encuentran unidas. La mayoría de las almas en Oruro mantienen esta unión.

oruro.maria.b.meirino

Santuario del Socavón, Oruro, Bolivia

Oruro es de carácter femenina, generosa, emotiva y con magia.
La energía que corre por su suelo se puede sentir en la columna vertebral, no importa si se está calzado con zapatos de suela o de goma aislante, ella igual se conecta con la médula por el sacro.
El espíritu mágico de Oruro no se respira sólo en los rituales, máscaras, o imágenes mentales. Ni sólo en “el Tío” de la mina, al que consideran su protector desde tiempos inmemoriales, ni en las famosas “diabladas”, ni tan siquiera en la devoción a “Mamita Candila”, la Virgen de la Candelaria que se une a las fiestas ancestrales del altiplano inca, invitada por los misioneros españoles.
El espíritu mágico está en la fuerza ancestral del hombre y su forma de comunicarse con los espíritus de la naturaleza, con la raíz energética del planeta que traspasa la psique.
Los campos energéticos de esta ciudad son opuestos y complementarios a la vez. Unos cargados de ritos, doctrinas, dogmas, hechizos, magia. Los otros tienen hilos de silencio, de palabra, donde el espíritu se comunica con la creación, con la vida.
Si tu alma visita la tierra, los cielos de Oruro, no es por casualidad, tiene la necesidad de enfrentar, interactuar con estos campos energéticos opuestos.
Aquí las fuerzas espirituales, elementales y su poder las puedes palpar, tocar, sentir, no tan solo caminando por las calles del mercado de las brujas, comprando plumas, animales muertos, piedras, semillas con sus indicaciones como hacer un hechizo. O visitando el santuario del socavón con sus siete arcángeles pintados en medio de un cielo estrellado.
En Oruro tu alma se enfrenta a una prueba que sacude a la mente de sus propias idolatrías, de conceptos y doctrinas.
Es una experiencia de tolerancia con el otro en su forma de comunicarse con Dios y ves  la libertad que das al instinto de experimentar la relatividad de tus creencias.
En menor medida los mismos campos opuestos se encuentran en otras partes del planeta, y en cada hombre.
Paz y Bien.
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Autora de libros y guía para meditación.
maria.benetti.meirino@gmail.com//
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